martes, 14 de febrero de 2012


América tuvo un feliz cumpleaños: venció 2-0 a Universitario Popayán


Iván Trujillo marcó los dos goles para su equipo. 35 mil personas en el Pascual Guerrero.
América había prometido una fiesta para celebrar los 85 años de existencia y cumplió. También lo hicieron los seguidores 'escarlatas' que llegaron a la cita y desde temprano ingresaron al estadio sanfernandino. Primero saludaron a sus ídolos de antaño que se pasearon con las copas obtenidas en los años de gloria deportiva, luego festejaron con la segunda victoria en el Torneo Postobón.
Los cumpleañeros vivieron la previa con emoción, la hinchada era una marea roja y con cánticos, aplausos y haciendo la ola para impulsar a su equipo palpitaron lo que sería este segundo partido en su estadio. Cada minuto se podía aspirar el aroma de fútbol, por primera vez en mucho tiempo la salida de los árbitros al campo fue recibida con vítores.
De entrada, el duelo tuvo las revoluciones a mil, tanto, que más por imprudencia que por mala intención quedaron golpeados Andrés Mosquera antes del primer minuto y luego Iván Trujillo y Mauricio Rodallega.
El primer latigazo fue de Jaime Córdoba (5 PT) que llegando pleno al borde del área quemó las manos del cancerbero Julián Rosero. La respuesta llegó tres minutos después con un tiro libre débil el mediocampista Faiver Mercado (8 PT).
Paulo César Arango (11 PT) obligó a una volada espectacular de Rosero que a mano cambiada desvió el balón al tiro de esquina, cuando éste buscaba el ángulo más lejano del cuida palos.
América tenía todo para romper el celofán y lo logró a través de Iván 'cholo' Trujillo (19 PT), después de un cobro de tiro de esquina de Mauricio Romero que impactó con fortaleza el delantero centro 'escarlata'. El estadio se sacudía por la ebullición de los hinchas en las butacas.
El partido pintaba para goleada, Mauricio Romero primero pisando el área y minutos después Paulo C. Arango quien zigzagueante superó a los defensores y portero, tuvieron para anotar el segundo. América había resquebrajado a la defensa rival con dinámica y toque de balón.
La vibración se sentía por todo el estadio y se contagiaba en la cancha a los jugadores que una y otra vez se sumaban para ampliar el tanteador. Leyvin Balanta sacudía de derecha y el cuero se marchaba cerca de la raíz del palo al minuto 30.

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